HUICHOLES EXIGEN AL GOBIERNO FEDERAL RESPETE SU ZONA SAGRADA EN SAN LUIS POTOSÍ E IMPIDA INSTALACIÓN DE UNA MINA PARA EXPLOTAR PLATA.

Publicado el 5/23/2011

Por Marcela Leopo Flores

Con una marcha y un mitin en la Plaza de Armas donde se realizaron rituales y oraciones, al menos 200 huicholes exigieron al gobierno Federal anule la concesión que otorgó a una empresa trasnacional para la explotación de una mina en Wirikuta, también conocido como el cerro del Quemado, uno de sus sitios más sagrados, ubicado en San Luis Potosí.



Los indígenas advirtieron que lucharán para evitar la imposición de proyectos que pretenden acabar con la flora y la fauna, pero también con sus sitios sagrados que se encuentran en los Estados de Durango, Nayarit , Jalisco y San Luis Potosí.



En esta movilización los huicholes contaron con el apoyo de organizaciones civiles y educativas como la Asociación Jalisciense de Apoyo a Grupos Indígenas (AJAGI) y Conservación Humana, la Universidad de Guadalajara y el ITESO quienes han articulado una solidaridad internacional a su favor.



Los wixaritari están asentados en tres comunidades principales que a su vez son centros ceremoniales: Santa Catarina Cuexcomatitán, San Sebastián Teponahuastán y San Andrés Cohamiata.



Hace algunos años lucharon contra la construcción de la carretera Bolaños-Huejuquilla el Alto, que promovió la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas y desde hace una década piden la restitución de más de 10 mil hectáreas de su territorio de la comunidad Bancos de San Hipólito en El Mezquital, Durango.



Cada año, los huicholes realizan una peregrinación en el cual visitan sus santuarios naturales para mantener la vida del mundo, le piden a su Dios el sustento y la salud para su pueblo. Cuentan que sus antepasados hicieron esa misma peregrinación desde hace mil años. Llevan ofrendas, danzan y recolectan el hí kuri, o peyote que lo utilizan para hablar con los dioses a través de los sacerdotes.



La peregrinación tiene cuatro puntos: wirikura, en el desierto cerca de Real de Catorce en San Luis Potosí: Hauxamanaka, en el Cerro Gordo, Durango; Haramara, el santuario ubicado en la playa de San Blas, Nayarit y Xapawiyeme, la Isla de los Alacranes en el Lago de Chapala, Jalisco.



La zona sagrada de wirikuta está incorporada a la Red Mundial de Lugares Sagrados Naturales de la UNESCO desde 1988 y está en la lista de espera para considerarla Patrimonio Cultural y Natural de la Humanidad.



Para el estado de San Luis Potosí, tiene la clasificación de Reserva Ecológica Natural y Cultural de Wirikuta y prohíbe cualquier actividad que dañe el entorno.



En Wirikuta, el lugar donde sale el sol para los huicholes, explotarán una mina de plata que devastará el centro ceremonial. El gobierno federal autorizó 22 concesiones mineras que abarcan más de 6 mil hectáreas que adquirió la compañía minera canadiense First Majestic Silver. De acuerdo con la denuncia del Frente en Defensa de Wirikuta, integrado por autoridades tradicionales wixaritari, el lugar que afectará la actividad minera, constituye un ecosistema único.



El Frente en Defensa de Wirikuta teme que el proyecto contamine los pocos acuíferos que existen en la zona. En Wirikuta o el Cerro del Quemado viven especies animales y vegetales endémicas en peligro de extinción como el águila real, un símbolo para la nación wixárika.



La empresa Firts Majestic Silver invertirá entre 50 y 100 millones de dólares en Real de Catorce y la actividad minera contempla emplear a más de 650 personas.



Públicamente los indígenas del país pidieron la cancelación inmediata del proyecto minero y recalcaron “la destrucción de wirikuta es un anuncio de muerte y exterminio para nuestros pueblos originarios”.



El Centro de Investigación Wixárika, con sede en California, Estados Unidos, asegura que el 70% de la concesión minera estará dentro del territorio sagrado de los huicholes.