Por Marcela Leopo Flores
Se supone que vivimos en una época de crisis financiera en la que el gobierno está tomando medidas para bajar el gasto público. Sin embargo, revisando los sueldos de los funcionarios públicos en el apartado de transparencia de diversas dependencias, me he encontrado con la siguiente salarios:
Cada uno de los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (son 11 en total): $223,163.90 mensuales
Presidente de la república: $198,870 mensuales
Gobernador de Jalisco: $109,000 mensuales
Senadores: $146,000 mensuales aproximadamente
Diputados en Jalisco: $106,000 mensuales aproximadamente
Magistrados de Jalisco: $140,000 mensuales
Alcalde de Zapopan: $88,000 mensuales aproximadamente
Regidores de Zapopan: $70,000 mensuales
Cada uno de estos servidores cuentan además con prestaciones como vales de despensa, de gasolina, gastos médicos, entre otros.
¿ Son sueldos justos y merecidos por su trabajo? ,¿el país se encuentra en una estabilidad económica que los sustenten ?
¿Cómo se puede hablar de igualdad y justicia social cuando al día de hoy, el salario mínimo en la zona que corresponde a Jalisco es de $1,744 mensuales?
Vivimos en un país en el que se paga una cantidad muy elevada de impuestos (16% de IVA, la tenencia anual, el impuesto sobre la renta, entre otros) y a pesar de esto, sigue existiendo carencia de servicios públicos en muchos lugares. Además ,según el Consejo Nacional de Evaluación de Política del Desarrollo Social (CONEVAL), sólo en Jalisco viven aproximadamente 2,752,800 personas en pobreza.
La costosa burocracia que sostenemos no es coherente con la realidad en la que se vive en México. El presidente, el gobernador e incluso los alcaldes han hablado de que no hay dinero suficiente para obra pública y para sustentar programas sociales, que se tiene que seguir una política de austeridad. Me pregunto entonces: ¿por qué no realizan un recorte de los sueldos de primer nivel y se utilizan recursos en programas que beneficien a la mayoría de la población? La calidad moral de un gobernante depende de la manera en que busca ante todo la igualdad, la justicia, el bien común de sus gobernados y sobre todo, en el hecho de que posea sensibilidad social.