Por Arturo M. Castelán

“Regreso al tiempo en que te conocí, cuando el mundo acababa en tu jardín, yo era el cowboy más duro de la Unión y tú la bailarina del salón, todas te aventajaban en virtud pero ninguna daba lo que tú”. Joaquín Sabina

Hay ocasiones en que cuesta mucho escribir una columna, hoy tengo 53 motivos para indignarme, para dejar de hacer lo que hago, para preguntar a los que piden una estrategia contra el crimen organizado con una visión humanista y ciudadana, en qué parte de lo que sucedió en Monterrey ponemos el humanismo y a la sociedad, yo la verdad no lo encuentro.

El tema no es si el casino operaba al margen de la ley o con un amparo, tampoco quienes son los dueños, en este momento el tema es ¿Quién va a pagar por esto y por otros muchos crímenes?

Otro tema a ¿Quién responsabilizamos, a los legisladores, cuánto tiempo tiene la ley de Seguridad Nacional en el Congreso, a los intolerantes que califican de traidores a los que tratan de aprobarla, a la estrategia del gobierno, a los políticos que a pesar de la sangre y la violencia siguen en su mundo de cifras y elecciones, a la sociedad que no hace nada? No tengo la menor idea.

Lo que sí me queda claro es que el país se encuentra en riesgo, a unos segundos de que se lo lleve el carajo, que están en riesgo las personas, usted, yo y el de lado, para los políticos la agenda es muy simple, primero las elecciones del próximo año y después de esos los muertos de ayer, hoy y mañana.

Entonces me cuestiono, si el país se encuentra a punto de irse al carajo, porque a los políticos les interesa más las elecciones que los muertos, entonces no están dadas las condiciones para el proceso electoral, porque no hay garantías de que en un acto de campaña de cualquier candidato de cualquier partido, no va a llegar un comando a ejecutar a las personas.

Es tiempo de tomar una primera acción concreta y quizás sería, reconocer que es tiempo de detener el reloj político, permitir que el ejército, la Policía Federal y lo que queda de las estatales y municipales hagan su trabajo con todo lo que eso puede implicar como establecer toque de queda en las zonas violentas.

Suspender las elecciones, disolver al poder legislativo a los partidos, por caducos mientras la sociedad, reformamos a la clase política, evitar los sueldos millonarios y privilegios, para jueces, gobernadores, ediles, funcionaros públicos, poner un tope salaria de 30 mil pesos –por decir algo- pero sobre todo retomar el concepto de que los políticos no son los patrones, sino servidores públicos al servicio de usted y de mi.

Porque después de los hechos de Monterrey, escuchar hablar a la clase política da asco, de indignación y demuestra que ellos no tienen el más mínimo interés por nosotros, la sociedad.

Después de 53 muertos a Porfirio Muñoz Ledo, le preocupa definir lo que es terrorismo, porque para él lo ocurrido en Monterrey es un tema de extorsión y asegura que meterlo al terreno del terrorismo implica justificar la presencia de militares extranjeros y avalar la intromisión de fuerzas internacionales en México, nos revela que el casino no era las torres gemelas, mmmm que explique Porfirio a los familiares de la victimas la diferencia.

El presidente del Senado Manlio Fabio Beltrones, aseveró que lo ocurrido en Monterrey es terrorismo y por ello llamó a todas las fuerzas políticas a realizar un trabajo conjunto para aprobar las reformas contra la violencia y el crimen organizado en el Congreso, si ajá para cuando, la agenda de su partido para el próximo periodo no la contempla.

Andrés Manuel López Obrador, aseguró que si no le hubieran robado la elección esto no hubiera pasado, mmm que flojera, que forma tan burda de tratar de sacar provecho de lo que sea cuando sea, que forma tan necia de no entender y después remató que Felipe Calderón debería remover a todos los integrantes del gabinete de seguridad.

Otro que pasó de demócrata a necio y de ahí a un personaje de risa Vicente Fox, quien después del atentado tomó, así porque se le ocurrió la decisión de autonombrarse –al más puro estilo de AMLO- en autoproclamarse en la “voz” que convoque a un camino de paz, armonía y no violencia y para ello propuso, legalizar las drogas, una ley de amnistía para los narcos e iniciar un proceso de negociación.

Y para colmo, Carlos Fuentes, otro con grandes idea propuso despenalizar las drogas, así sin más y pedir ayuda a la policía de Israel, con estos políticos y estos intelectuales, por qué mejor no le pones el letrero de “se vende” a todo el país.

EN OTRA COSAS…