RECONSTRUCCIÓN DE VIDAS

Publicado el 8/11/2011

Por Ángeles López y Alejandra Ballesteros

Juanita tenía una bolsita de tela llena de alpiste, que acomodaba dentro de su sostén justo en el lugar donde solía tener su seno derecho.

Hace cuatro años se le diagnosticó cáncer de seno. Era el año 2007 cuando decidió buscar atención médica para tratarse una molestia en su seno derecho. Luego de que el especialista le realizara una biopsia, los resultados demostraron que su seno había desarrollado células cancerosas y la única solución era retirar el tejido dañado para prevenir que la enfermedad se propagara.

Cada 35 minutos una mujer es diagnosticada en el mundo con cáncer de mama. En Latinoamérica, las mujeres presentan cáncer de mama a partir de los 45 a los 55 años de edad en promedio.

Existen varios procedimientos para la detección temprana de este padecimiento, en mujeres menores de 40 años el estudio ideal es un ecosonograma o un ultrasonido mamario y para mayores de 41 años el estudio ideal es la mamografía. No obstante, la biopsia es el unico proceciemiento que proporciona un diagnostico confiable.

Cuando ingresó al quirófano, Juanita creía que le retirarían sólo una porción de su seno; pero cuando despertó de la anestesia se dio cuenta de que se lo habían extirpado por completo.

La Dra. Celina Kishi, especialista en reconstrucción mamaria, comenta que actualmente la tendencia es sólo retirar el tumor o un cuadrante de la mama afectada ya que el retirar la mama por completo no aumenta las espectativas de recuperación.

“Es como si yo hubiera nacido con una gemela y de un día para otro se fuera o se muriera, eso es lo que yo sentía por mi seno izquierdo, compasión porque se había quedado solo”, expresó la mujer de 58 años. Acciones diarias como bañarse o cambiarse de ropa eran muy difíciles porque no soportaba mirar su cuerpo incompleto. “Yo me aventé todo el tiempo de adaptación sola ya que nunca vi a un psicólogo, por desidia, por falta de tiempo, mi terapia era mi trabajo y el estar con mis hijas” comentó. Ninguno de los especialistas que la atendieron le informaron que la terapia psicológica era parte esencial para su recuperación integral.

Teresa Mendoza, vicepresidenta de la asociación civil DAR (Decidete a Reconstruirte), dice que son muy pocos los especialistas que se preocupan por las secuelas psicológicas que tiene una intervención de este tipo y en muchos casos no vinculan a sus pacientes con expertos.

El tratamiento integral para la recuperación incluye: un equipo de enfermería, oncólogos, asesoría psicológica y la cirugía plástica.

Un cirujano amigo de la familia se enteró de la situación de Juanita y le propuso la reconstrucción de seno. Una vez planteados los beneficios, le interesó mucho la propuesta. “La idea de la reconstrucción de seno me devolvió la vida, me emocioné mucho, me puse muy feliz y automáticamente dije que sí, pero a los pocos minutos dije: no puedo pagarla, la operación debe ser cara y yo sólo hago el aseo en una escuela de gobierno”, a lo que su amigo respondió “si eres candidata y es lo que quieres, te la regalo.”

“Las mujeres que han vencido al cáncer, que no son fumadoras, no tienen sobrepeso y no padecen alguna enfermedad crónica, son candidatas para la reconstrucción de mama”, plantea la doctora Kishi. Advierte además sobre la importancia de que las mujeres conozcan las alternativas de reconstrucción.

A menos de un año de que su mama izquierda se había quedado sola, ya tenía una compañera, una prótesis de silicón que está cubierta de piel y tejidos de su espalda. Aunque al principio a Juanita le costo trabajo aceptarla porque pensaba que no era normal, con el paso del tiempo y al observar los beneficios comenzó a sentirla suya. “Ahora la quiero igual que a la otra, es mía y le doy gracias a Dios por estar viva y contar mi historia”, señaló.

La especialista informa que los efectos psicológicos que se tienen después de la reconstrucción son positivos, ya que mejora el autoestima, incrementa la seguridad, disminuye el miedo, se revierte el deterioro de la imagen corporal y se mejora la adaptación social.

Ahora se siente una mujer completa, segura, contenta y siempre viendo hacia el frente. No concibe su vida sin la reconstrucción: “yo creo que si no me hubiera operado mi vida sería chaparra, quizás seguiría llorando y sin poderme ver al espejo, aunque probablemente ya me hubiera hecho al ánimo de verme así, pero simplemente, la reconstrucción de seno me cambio la vida”.

“Viví con ella cuatro años y jamás pedí una segunda opinión”.

Socorro de 61 años, vivió cuatro años con una bolita en el seno izquierdo, durante ese periodo visitó regularmente al oncólogo quien determinó que la causa era hormonal, cuando la apariencia de su seno cambió, el especialista solicitó una biopsia. El diagnostico fue cáncer de mama etapa dos.

La doctora Celina Kishi, plantea que el cáncer de mama no se puede prevenir, pero la detección temprana aumenta las expectativas de recuperación.

La especialista propone que el médico de primer contacto sea quien derive a sus pacientes con el especialista ante cualquier sospecha por mínima que ésta sea.

“Siempre me arrepiento de no haber pedido una segunda opinión o escuchar a mi esposo y a mi ginecólogo que me decían que me quitara esa la bolita. Nunca lo hice. El hubiera no existe, pero ojalá les hubiera hecho caso”.

Socorro vivió más de 5 años con una prótesis de silicón externa, que se coloca por debajo del sostén para simular el seno. Estas prótesis pueden ser de silicón o de gel polímero. Este último muestra mayor comodidad, confort, naturalidad, ya que esta hecho de un material blando y suave al tacto. “Yo decía que no ocupaba la reconstrucción de seno, pero si la necesitaba por que no era feliz con mi cuerpo”.

En su familia ya se habían presentado casos de cáncer de mama y fue una de sus primas quien le recomendó acudir al Instituto Jalisciense de Cirugía Reconstructiva (IJCR). “Simplemente dije si, sin embargo mi esposo no quería que me operara otra vez. Yo creo que era el temor de que algo me pasara” comentó Socorro.

Un grupo de especialistas del IJCR la valoraron y le recomendaron la mejor opción para su caso. El procedimiento consistió en retirar tejido y grasa del abdomen bajo, para crear la forma del seno sin necesidad de utilizar un implante de silicón. Además de que se le brindo terapia física y psicológica.

A más de un año de su reconstrucción, manifiesta estar contenta, porque puede volver a usar prendas con escote o trajes de baño, sin sentirse observada, o sin preocuparse porque el rellenó del sostén se mueva de su lugar. Comenta que la cirugía y la fundación DAR que ofrece apoyo a las mujeres que han optado por la reconstrucción, le han ayudado ha recuperar su seguridad, Además del gran apoyo que ha recibido de su familia.

“Yo creía que no necesitaba la reconstrucción, pero ahora que la tengo veo que me regresó mi autoestima, mi confianza y la seguridad. Simplemente la recomiendo. Cambia vidas.”

Socorro espera los resultados de otra bolita que se detectó recientemente en el seno derecho, espera que sea benigna.

En México pocas mujeres llevan a cabo una rutina de autoexloración para detectar a tiempo el cáncer de mama, a pesar de ser la primera causa de muerte prevenible.