Universidades públicas se unen en contra del muro de Trump

Publicado el 11/26/2017 2:59:00 PM

Por Redacciòn

El muro que pretende construir el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, podría semejarse al régimen del Apartheid y es una política oprobiosa, coincidieron los rectores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), doctor Enrique Graue Wiechers y de la Universidad de Guadalajara (UdeG), maestro Itzcóatl Tonatiuh Bravo Padilla, al emitir una declaración conjunta como resultado de las mesas de discusión del Coloquio Internacional “Los acosos a la civilización. De muro a muro”.

 

De acuerdo con el documento conjunto, se mencionaron también otros muros que amenazan el desarrollo en el siglo XXI: el capitalismo deshumanizante, la xenofobia, la discriminación, la cerrazón ante el cambio climático y los ataques a la libertad de expresión.

 

Este coloquio fue convocado por la UNAM y la UdeG, y se realizó del 15 al 23 de noviembre en el Centro Cultural Universitario de la UNAM y del 25 al 27 de noviembre se desarrolla en Guadalajara, en el marco de la Feria Internacional del Libro.

 

El doctor Graue Wiechers explicó que, mientras la caída del Muro de Berlín, en 1989, se tradujo en la posibilidad de ampliar los vínculos humanos y colectivos frente a las identidades monolíticas, el muro que hoy se pretende construir en la frontera Norte de México representa una nueva amenaza a la civilización.


“Rechazamos todos aquellos muros, tanto materiales como simbólicos, que buscan impedir el diálogo y la solidaridad. Entre ellos, la desigualdad social, económica y de género. Asimismo, el desafío que plantea el cambio climático exige que la toma de decisiones de los gobiernos se base en evidencia científica y produzca políticas ambientales informadas y responsables, al margen de intereses económicos y de la proliferación de discursos anticientíficos”, subrayó el Rector de la UNAM.


Añadió que en esta era de cambios, la vocación de las universidades públicas es la de fomentar principios cívicos y democráticos como la igualdad, la libertad, el respeto a la diferencia, la solidaridad y la investigación científica, urgentes para combatir el ascenso de la xenofobia, el racismo, el sexismo, así como el tratamiento irracional del medio ambiente.


“La incapacidad de algunos gobiernos para responder a las exigencias sociales y económicas ha vulnerado los valores democráticos –leyó el maestro Bravo Padilla como parte de esta declaración conjunta–. El reto actual implica combatir la desigualdad y la pobreza mediante un proyecto económico alternativo, más justo y sustentable, adecuado a sus propias necesidades sociales y productivas.  Otro valor democrático en riesgo es el de la libertad de expresión, como lo demuestra el creciente número de periodistas asesinados en nuestro país. La salvaguarda de esa libertad no es sólo una responsabilidad gubernamental, sino de la ciudadanía y de las instituciones en su conjunto”.


Consideró que el muro que Donald Trump planea construir se instituye como la metáfora del desprecio al otro. El arte y las humanidades, así como los espacios de reflexión y diálogo –como este coloquio, por medio de su dimensión crítica–, permiten transformar las metáforas e impactar en la realidad. 


Graue Wiechers afirmó que el muro de Trump sería una barrera oprobiosa, y que se debe tener conciencia de que no es todo el pueblo estadounidense el que piensa del mismo modo, sólo un sector que está en el gobierno, y prueba de ello es que existen ciudadanos de aquel país que defienden los derechos de los mexicanos.

 

“Este muro puede tener equivalencia con el régimen del Apartheid –dijo Graue Wiechers–. Es una política oprobiosa. La diferencia es que los pueblos de México y Estados Unidos se han mezclado desde hace decenas de años. La pretensión de que este muro quiere separar lo que ambas sociedades han construido es una pretensión inútil. Hay que denunciarla todos los días. Las Instituciones de Educación Superior tenemos que hacer trabajo de difusión, de conciencia y construcción civiliztoria que combata el fundamentalismo”.

 

Acciones de las universidades


Entre las acciones que han realizado estas universidades en conjunto con otras instituciones, Graue Wiechers detalló que han instalado en Seattle, Chicago y Arizona, mesas de trabajo con el grupo Carso, que encabeza el empresario Carlos Slim, con el objetivo de formar facilitadores de ciudadanía cívica.

 

Señaló que 70 por ciento de la población asiática y 50 por ciento de la latinoamericana obtiene documentos migratorios, pero en cuanto a los mexicanos que viven allá, solamente 30 por ciento lo ha hecho. Por ello, esta estrategia busca ayudar a los compatriotas a que legalicen su estatus de residencia en Estados Unidos.

 

Todas las universidades abrieron, por medio de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), una estructura para que los jóvenes dreamers que quedan en fragilidad escolar, sean recibidos para revalidar sus estudios; se instituyó, además, el Premio “García Robles”, que se entrega a organizaciones que defienden a la migración mexicana en Estados Unidos.

 

“Se ha construido un importante tejido, lo que ha sido un salto en las relaciones institucionales, pues la pretensión de Trump logró mayor unión entre universidades de México y Estados Unidos como nunca se había visto, y no sólo entre ellas, sino también con organizaciones de la sociedad civil. El Rector de UNAM, su servidor y los rectores de otras tres universidades fuimos admitidos en la Association of Public and Land-Grant Universities. No hemos parado y hemos incrementado todas nuestras actividades de movilidad estudiantil y renovado relaciones con universidades de Estados Unidos”, destacó Bravo Padilla.

 

Incluso en este coloquio hubo gran colaboración de la Arizona State University, con la que se comparte un paradigma de visión del mundo y el combate al cambio climático.

 

Por último, Bravo Padilla explicó que dentro de México hay otro muro que se debe derribar: “Solamente tenemos atención de 38 por ciento de la demanda de estudiantes, juntando a universidades privadas y públicas. Y esa es la principal inequidad, que los jóvenes no sean admitidos en procesos que transformen sus posibilidades y que aporten a la sociedad”, concluyó.